Estas experiencias me permitieron vivir de cerca las dificultades del mundo empresarial a todo nivel, desde el emprendedor que está formalizando su idea de negocio hasta las grandes multinacionales que se ajustan al mercado globalizado; pero también comprendí, la enorme oportunidad de poner al servicio de los demás el conocimiento y experiencia abonados durante los últimos veinte años en el sector industrial, y de esta forma, iniciar un nuevo rumbo a nivel personal y profesional contribuyendo al desarrollo de la industria y de la empresa nacional con objetivos claros, basado en valores como la honestidad y la ética, vitales y a la vez imprescindibles en la vida nacional en todas las áreas de crecimiento y desarrollo.”